Para analizar la relación entre la lingüística y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) hay que considerar dos campos diferenciados pero con múltiples relaciones: por un lado, los diversos dominios de la lingüística aplicada que se sirven de herramientas informáticas para optimizar sus productos y, por el otro, los programas que utilizan como insumo elementos teóricos y descriptivos de la lingüística.
Las herramientas informáticas que se relacionan de algún modo con la lingüística (sea porque la toman como insumo, sea porque son utilizadas para optimizar sus aplicaciones) forman parte del campo de acción de la lingüística computacional , la rama de la lingüística aplicada que se ocupa precisamente de ese cruce desde una perspectiva teórica y empírica. El resto de las ramas de la lingüística aplicada que utilizan herramientas informáticas incluyen la lingüística de corpus, la terminología, la lexicografía y los lenguajes para propósitos específicos. Por su parte, entre los programas que se basan en alguna clase de análisis lingüístico, contamos los analizadores básicos, los correctores y traductores automáticos, los programas de síntesis y reconocimiento de voz y otros programas complejos , como buscadores “inteligentes” o resumidores.