El modelo de Principios y Parámetros supone una concepción modular de la mente/cerebro: extendiendo la idea de que la capacidad del lenguaje es específica, se postula que se aloja en un módulo específico del cerebro (ver el correspondiente apartado de Psicolingüística). Esa concepción modular se aplica también a la gramática misma, puesto que se supone que diversos módulos a cargo de diversas tareas específicas interactúan en la derivación de una oración. El nombre de Principios y Parámetros hace alusión a la diferencia entre la parte universal e inmutable de la gramática (los principios) y la parte relativamente variable (los parámetros) (ver Variación lingüística).
El siguiente esquema, llamado esquema T o Y, da cuenta del modo en que se concibe la derivación de una oración en Principios y Parámetros, con los correspondientes niveles sintácticos:
Como se observa, el modelo de Principios y Parámetros reconoce cuatro niveles distintos en la derivación de una oración. Dos de esos niveles son exclusivamente sintácticos: la estructura profunda, que se deriva en buena parte de los requerimientos de los ítems léxicos (particularmente de los requerimientos argumentales de los verbos), y la estructura superficial, que se obtiene luego de efectuadas las operaciones sintácticas. A partir de allí, la derivación de la oración “se abre” en dos ramas distintas, invisibles entre sí: a partir de la estructura superficial se determinará por un lado la forma fonológica de la oración y por el otro su forma lógica (o semántica).
En lo que hace a la representación de las oraciones, en Principios y Parámetros se propone un árbol que tiene una secuencia fija de proyecciones sintácticas. La mayor parte de las proyecciones tiene como núcleo una categoría léxica (Nombre, Adjetivo, Verbo y Preposición), excepto las dos superiores, cuya naturaleza es funcional: el Sintagma de Flexión (nucleado por la flexión verbal y que aloja el sujeto en posición de especificador) y el Sintagma de Complementante (nucleado por los elementos que permiten la recursividad sintáctica, como los subordinantes que o si, y que aloja diversos sintagmas movidos a la izquierda del sujeto: preguntas, foco, etc.).
Estas dos proyecciones permiten sostener una concepción endocéntrica de la sintaxis (i.e., todo sintagma tiene que tener un núcleo), puesto que eliminan la relación exocéntrica entre sujeto y predicado, presente en los modelos generativos anteriores.
Al contrario de la teoría estándar extendida (ver Recorrido histórico), en Principios y Parámetros no hay transformaciones, sino una “operación generalizada”, llamada mueva α, que supone que cualquier elemento se puede mover a cualquier lado siempre que no exista alguna restricción. Esas restricciones se relacionan con distintos módulos internos de la gramática. Una noción esencial es la de cadena: un elemento movido deja una huella y esa huella debe mantener una relación “correcta” con el elemento movido.
Ello explicaría, por ejemplo, la diferencia entre ¿Cuándoi dijo Juan que vino María hi? y #¿Cuándoi dijo Juan que Pedro le contó que vino María hi?, donde # señala la imposibilidad de interpretar la oración como sugieren los índices (esto es, con cuándo como modificador de vino). El dato interesante surge de contraponer la segunda oración con ¿Quéi dijo Juan que Pedro le contó que compró María hi?, donde qué sí puede interpretarse como un modificador del verbo más incrustado (compró), sugiriendo que no sólo cuenta la distancia entre el elemento movido y su huella, sino también la relación sintáctico-semántica entre el verbo incrustado y el modificador movido. Así, la diferencia entre los dos casos puede explicarse diciendo que, mientras que los modificadores no seleccionados por el verbo (o adjuntos, como cuándo en el primer par de oraciones) pueden moverse a menor distancia, los modificadores seleccionados por el verbo (o complementos, como qué en la última oración) muestran mayor libertad. De este modo, para dar cuenta de las oraciones anteriores hay un Principio de Categorías Vacías (PCV) que especifica la relación entre la huella y el elemento movido, que a su vez interactúa con otros módulos de la gramática: la Condición de Subyacencia, que determina cómo “se cuenta” la distancia entre la huella y el elemento movido, y el Criterio Temático, que permite explicar el diferente comportamiento de cuándo y qué en las oraciones anteriores.