Preconceptos

En los años 1980 se difundió el interés por la investigación de la forma en que se adquieren los conceptos científicos. Comenzaron, entonces, a publicarse resultados de estudios que resaltaban los problemas con que se enfrentan los alumnos con las ciencias. Estas investigaciones muestran la persistencia de ideas no científicas aun después de finalizada la educación formal. En un principio, los trabajos se concentraron en el aprendizaje de la física, pero en seguida se extendieron a otras disciplinas y pusieron de relieve que los niños (así como los adultos) construyen ideas sobre el mundo que los rodea basándose en sus experiencias. En un principio esas ideas no científicas recibieron nombre que tenían connotaciones negativas, como concepciones erróneas, preconceptos o errores conceptuales. Actualmente se usan términos más neutros: ideas previas, ideas ingenuas, teorías espontáneas, ciencia intuitiva, ciencia de los alumnos o marcos alternativos.

La adquisición de ideas intuitivas es inherente al proceso del conocimiento humano. Se han documentado tales preconceptos en alumnos de todas las edades (aun en estudiantes avanzados de ciencias) y en diversas culturas. Los preconceptos actúan como sistemas explicativos con los que las personas dan sentido al mundo que las rodea y comprenden ciertos fenómenos. Estas concepciones actúan como andamiaje sobre el que construyen nuevo conocimiento.