La observación es un proceso consciente en el que hacemos uso de nuestros sentidos para adquirir información. Según la concepción constructivista del aprendizaje, observar no es absorber información como una esponja absorbe agua, sino una labor de selección, influida por nuestras expectativas y conocimientos previos. Esto quiere decir que estamos condicionados por lo que sabemos y por lo que esperamos observar. Si pedimos a un físico y a un artista que miren el cielo al mismo tiempo, los dos observarán distintas cosas. El físico hablará del proceso de formación de las estrellas, del tiempo y el espacio, mientras que un artista pensará en la forma y el color de las nubes, y en las imágenes visuales que le inspiran.
¿Cómo podemos ayudar a que los niños desarrollen la habilidad de observar?A la hora de realizar observaciones en clase, no todos los verán lo mismo. De esto se desprende, entonces, la necesidad de fomentar el desarrollo de su habilidad de observación. El cometido de los docentes es crearles oportunidades para que puedan realizar observaciones, así como discutir ampliamente lo que adviertan. Para lograr esto, un buen método puede ser:
Finalmente, la observación nos va a llevar a formular preguntas, que intentaremos responder explorando el mundo que nos rodea. De esto nos ocupamos en el próximo capítulo.
Observar significa obtener información sobre un objeto o evento mediante el uso de los sentidos. Inferir, en cambio, quiere decir intentar explicar aquello que estamos observando. Observamos, por ejemplo, que un árbol esta caído e inferimos que puede ser a causa de una tormenta.