Introducción

La didáctica actual exige presentar una visión moderna de la ciencia, pero antes de hablar de esto,

les proponemos otro ejercicio simple: hagan una lista de cinco palabras que asocian con la ciencia. Una vez que hayan terminado, pueden leer lo que sigue:
Hay una probabilidad muy grande de que sus listas incluyan palabras como “método científico”, “hipótesis” o “experimento”. Si bien es cierto que todo esto forma parte de la manera de proceder de la ciencia, sólo un aspecto de la misma. La mayoría de los libros describe la manera de trabajar de los investigadores mediante “el método científico”, una serie de pasos ordenados y secuenciales para arribar al conocimiento. Creemos que esta descripción es un estereotipo de la ciencia y que no da cuenta de la realidad del trabajo científico por las siguientes razones:

• El método científico asume una manera de trabajar demasiado rígida y lineal. Es verdad que los científicos plantean hipótesis, realizan observaciones, colectan datos, etcétera, pero no lo hacen de una manera tan ordenada. Muchas veces las investigaciones comienzan de las formas más insólitas, como por error. Así es el caso del desarrollo de la penicilina, que comenzó con un estornudo. Se cuenta que Fleming estornudó sobre una placa de Petri donde tenía bacterias en crecimiento y observó que el estornudo hizo “desaparecer” sus bacterias.
• No hay un solo método. Las investigaciones empiezan y proceden de las formas más variadas; hay tantos métodos como personas y las personas que hacen ciencia son tan humanas como los artistas o los maestros.
• Los científicos son personas como cualquiera y, como tales, no dejan sus miedos, alegrías, envidias, frustraciones en la puerta del laboratorio sino que viven con ellos. La imagen popular del científico es de una persona extremadamente “lógica”, capaz de esconder todo tipo de sentimiento.