Si bien la creación y uso de organismos genéticamente modificados tiene larga data, lo novedoso es la transferencia de genes entre organismos completamente diferentes y que no están necesariamente emparentados. Mientras que en el mejoramiento tradicional la recombinación genética se hace entre organismos de la misma especie, es decir, con capacidad de reproducirse entre ellos, la ingeniería genética permite “saltar” las barreras naturales y cruzar organismos que normalmente no lo hacen.
Los organismos genéticamente modificados son aquellos a los que se les ha alterado al menos un gen con un fin práctico. Si la modificación consiste en la introducción de fragmentos de genes (o de genes completos) de otros organismos, creamos los denominados transgénicos.
Para crear un organismo transgénico debemos aislar primero el gen de la característica deseada y luego lo introducimos en una célula animal, vegetal o bacteriana. En los siguientes títulos discutiremos la creación de animales y cultivos transgénicos, así como los aspectos éticos relacionados con estas técnicas.