La industria nanotecnológica tiene una base real tecnológica, productos reales, en mercados reales, con un alto costo de entrada y una sólida protección intelectual.
Puede hablarse de esfuerzos mundiales en el desarrollo de la industria nanotecnológica. No hay un único laboratorio trabajando para resolver problemas o realizar nuevos descubrimientos. Muchos laboratorios de compañías privadas están trabajando en la carrera por superar impedimentos que bloquean la comercialización de la nanotecnología en sus específicos sectores. Este contexto de competencia es muy positivo para la industria en el objetivo de superar barreras, inventar productos o comercializarlos en el mercado.
Por ejemplo, en cada mercado se pueden identificar una o dos barreras técnicas o manufactureras que hacen lenta una activa explotación o la comercialización de los productos.
En el 2003, sólo teníamos un método aceptable para fabricar cantidades útiles de nanotubos de carbón. En estos momentos disponemos de cuatro que fueron anunciados a principios del 2005.
Hace un año el movimiento de un nanobot estaba únicamente modelizado. Hoy rudimentarios movimientos de nanobots han sido llevados a cabo utilizando segmentos de ADN y complementos. Anticuerpos y proteínas han sido ligados a los nanotubos. Nanodots -partículas de materiales inorgánicos- están siendo manufacturados para usos de las industrias médicas y farmacéuticas.
¿Cuándo nos beneficiaremos, entonces, de manera sustancial de los avances en la investigación y en el desarrollo de la nanotecnología?
Estamos en una fase muy inicial del desarrollo de esta industria. Las proyecciones varían de acuerdo con los proyectos y los centros de investigación. Se estima que a partir del 2010 y hasta el 2040 se producirá un desarrollo progresivo del enfoque de “bottom-up” de autoensamblaje convergente y paralelismo masivo, hasta culminar en la fabricación molecular.
Es cierto que los métodos de la química pueden describir fenómenos nanotecnológicos, desde la combinación y los cambios de estado; pero en definitiva el montaje molecular excede a su campo de acción original, dejando a la física la posibilidad teórica y tecnológica para hacerlo. “Diez a la menos nueve” es, como “paquete”, parte de la química, pero la operación concreta en ese orden es física. Crear procesos con “pedacitos” nano, terminan siendo diseños mecánicos, electrónicos, que toman propiedades de esos “pedacitos” que sí provienen de la química, aunque el comportamiento en relación con otros “pedacitos” es de la física atómica.