Aportes para la enseñanza en el Nivel Medio - Geografía
Geografía Geografía educ.ar Alianza por la educación

Contenidos y prácticas pedagógicas de la geografía tradicional

Página 1 | Página 2 | Página 3

Ya hemos señalado que en la Argentina la geografía se instaló tempranamente como un contenido escolar. Hacia los primeros años del siglo XX (1903) se creó la primera institución de formación docente, el Instituto Nacional del Profesorado Secundario, que poco después comenzó a otorgar títulos en la disciplina (Souto, 1996). En esta sección presentaremos las características fundamentales de la geografía escolar tradicional, tanto en lo relativo a sus contenidos como a sus prácticas pedagógicas.

Cabe decir aquí que, en términos generales, la geografía tuvo una fuerte presencia entre las materias o disciplinas de la educación media de nuestro país. La clásica organización de sus contenidos asignó a los temas de geografía general gran parte del primer año de este nivel, para abordar luego los contenidos por continentes: Asia y África completaban el primer año, Europa y Oceanía el segundo, América el tercero. En el ciclo superior de la tradicional escuela media, los contenidos de geografía se referían a la Argentina, variando su tratamiento según la modalidad (bachillerato, magisterio, comercial); las escuelas técnicas incluían geografía sólo en su ciclo básico. Los programas oficiales pautaban estrictamente los contenidos temáticos que debían ser impartidos en cada caso, y tenían vigencia en todas las escuelas medias dependientes de la nación.

¿Cuáles eran los contenidos que se impartían en las clases de geografía tradicionales?
La consulta de programas y libros de texto muestra que ellos referían fundamentalmente a diversas características de la superficie terrestre abordadas en forma sistemática o general en la primera parte del primer año; los temas se presentaban siguiendo primero los órdenes del reino natural: geología, climatología, hidrología, botánica y zoología; a ellos seguían los del orden social: los países, la población, las actividades económicas. Usualmente, estos contenidos estaban precedidos por unidades que abordaban cuestiones de astronomía y de geografía matemática (forma y medidas de la Tierra). Este modelo se replicaba en el tratamiento de los distintos continentes que se realizaba en los años o períodos subsiguientes.

El modelo pedagógico que subyacía a estas clases es el más tradicional, en el que un docente enseña los contenidos que están definidos como válidos y necesarios, y que domina cabalmente, y un conjunto de alumnos los aprende, ya que nada saben al respecto. La modalidad de clase predominante es la expositiva: el docente informa y explica, los alumnos copian y entienden. La evaluación, oral o escrita, de los contenidos adquiridos, se basa fundamentalmente en la devolución por parte del alumno de dichos contenidos, lo que demuestra que ellos han sido aprendidos.

Los recursos didácticos eran los tradicionales: tiza y pizarrón, láminas. En algunos casos, y cuando las instalaciones escolares contaban con ellos, el recurso al gabinete permitía acceder al uso de aparatos o recursos didácticos (como maquetas, colecciones de fotos o láminas, etcétera) que facilitaban la explicación de ciertos temas.

Los mapas eran omnipresentes, infaltables tanto en el aula como en las carpetas de los alumnos y en los libros. Representaciones literales de la realidad, los mapas tenían múltiples funciones. Por una parte, organizaban la exposición en la medida en que constituían una urdimbre sobre la cual ubicar los contenidos impartidos. Por otra, servían para evaluar los aprendizajes, como lo muestra el siempre presente “señale / ubique en el mapa”. El mapa era también organizaba las actividades que se realizaban, muchas de ellas tomando como base el “mapa mudo” en el que debía ubicarse y representarse distinto tipo de información.

Las clases de geografía escolar tradicional estaban organizadas, como se acaba de decir, en torno a la transmisión de conocimientos, los que hoy definiríamos como contenidos cognoscitivos. Se trataba fundamentalmente de información, transmitida bajo la forma de descripciones de los distintos aspectos de la superficie terrestre; dicha información se presentaba como fiel reflejo de la realidad, en la medida en que escasamente entraban en el tratamiento, ni la explicitación de los criterios de selección ni los mecanismos o procedimientos intelectuales que habían intervenido en su producción. La geografía escolar tradicional se planteaba no como un discurso sobre la realidad, sino como la realidad misma.

La superficie terrestre era la urdimbre sobre la cual se organizaban los contenidos a impartir, algo que en gran medida estaba determinado por los propios programas oficiales de la asignatura; la capacidad que los alumnos demostraran para “ubicar en el mapa” era la prueba fehaciente de que los contenidos habían sido aprendidos. La excepción a esto estaba constituida por la parte de geografía general del primer año de la escuela media. En ella se abordaban, como ya se señaló, los distintos elementos o dimensiones naturales que se reconocían como válidos para la comprensión de la superficie terrestre, transmitidos en forma sistemática y ordenada, uno tras otro. En esta etapa, se encontraba gran parte de los conceptos generales más abstractos y abarcativos que serían trabajados en todo el nivel, lo que de todos modos sólo ocurría con los temas de geografía física. Así por ejemplo, cuando se abordaban las formas del relieve terrestre se exponían las teorías explicativas (diversas a lo largo del tiempo, por cierto) de su formación y su transformación. El tratamiento de los temas vinculados con el clima exigía importantes esfuerzos de abstracción para comprender la dinámica atmosférica y sus relaciones con principios de la física, y así sucesivamente.

Estos niveles explicativos, sin embargo, no se presentaban por igual al abordarse los temas de geografía humana. De todos modos, era frecuente que estos últimos apenas se trabajasen, dada la gran cantidad de contenidos que los programas incluían para la parte física, lo que hacía difícil cumplir con todo en el tiempo disponible en el año. En los contenidos de geografía humana predominaban netamente los contenidos descriptivos y la información, con las características ya indicadas.

Página 1 | Página 2 | Página 3